lunes, 3 de septiembre de 2007

Algunas Reflexiones sobre el Arte, la Cultura y la Educación.

LA DESINSTITUCIONALIZACIÓN COMO POTENCIALIDAD.

El actual panorama de la discusión en torno al arte, lo conducen a la condición de manifestación cultural, más que formal, habiendo superado la serie evolutiva: Belleza como decoración – Sentimiento como expresión – Concepto como libertad (o quizá, verdad); en ese orden, lo importante es que el objeto o la acción artística genere experiencia, con independencia de si es popular, culto o mediático. Cualquier cosa puede ser arte; es todo aquello que podamos llenar de significados, lo cual, parte de la cultura e implica fuertes efectos en la educación.

Un arte que se supera a sí mismo, nos recuerda a la modernidad que se supera a sí misma, o como dice Lyotard, la posmodernidad; dentro de ella todo es posible, lo cual, es tanto una potencia como una trampa mortal. En nuestra sed de certezas, el arte en un contexto posmoderno, deja más que preguntas, decepciona, nos deja sin asidero, sin agarradero.

Si a ello le agregamos el ingrediente de la economía neoliberal, el panorama parece cerrarse en una sinsalida. Sin embargo, jugar al abogado del diablo, una de las propuestas de la posmodernidad, hace que cualquier cosa se potencialice; la desinstitucionalización generalizada puede ser el acabose como puede ser la posibilidad de refundarlo todo, es simple cuestión de redireccionamiento de las energías. Así, el hecho de que las políticas públicas mundiales, concernientes al arte y la educación, conduzcan a la privatización, puede ser el inicio de la exploración en nuevos terrenos del conocimiento. Es cuestión no sólo de mirada, sino de terco redireccionamiento de la energía dedicada al desperdicio en pro de manifestaciones más productivas para la reivindicación de la condición humana.


Rodolfo López

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En Colombia y en el mundo, en la medida que el Estado representado por las políticas públicas y ambiguamente matizado por el interés privado, representa, indefectiblemente, la maquinaria al servicio del capital, todo lo que en abstarcto se pueda considerar como iniciativa privada, por paradójico que parezca, en escencia, vulnera dicha dinámica perversa, lo cual, no quiere decir, que toda iniciativa privada concreta nos lleve a ello; lo interesante es ver que en la privatización, entendida más como desinstitucionalización, está la posibilidad de romper al sistema desde adentro; sin embargo, lo que se conoce como privatización, y que eufemísticamente se denomina como capitalización, hábilmente cerrado al tema económico, nada tiene que ver con lo anterior; en ese orden, el arte, como medio de expresar aquello que no es dable expresar de manera convencional, es parte de esas posibilidades de salida del sistema, al menos, bajo la perspectiva de la crítica, para lo cual, no se necesita sólo de una plataforma de acción, ojalá, fuera de la institución, sino también, de un medio para incentivar su estudio y desarrollo.

Anónimo dijo...

Navidad es tiempo de compartir con todos los que quieres, yo por ahora les comparto este videito de Coca Cola. Chau. http://bit.ly/MomentosMagicos