jueves, 2 de agosto de 2007

SESIÓN XXIII; 31. 07. 2007. Museo Nacional.

EL TERROR COMO FORMA DE VIDA.

¿Acaso esta imagen no produce escozor y miedo? Imaginen ver a este dios felínico, horriblemente fiero con toda su carga de simbología del dolor torturante y vejatorio, repetido cientos o miles de veces en los templos Moche.

En contraposición a lo anterior, está toda la imaginería del Señor de Sipán, con su belleza, grandeza y enormes cantidades de trabajo, generalmente de gentes pobres y humildes que rendían culto a los mandatarios teocráticos de entonces. En medio del horror de los sacrificios humanos, se encuentra expuesta la belleza del trabajo laborioso.

Nigel Spivey habla del arte en el mundo antiguo y tradicional como herramienta de poder y dominación, Georges Bataille nos habla del sacrificio como perversión de la búsqueda de una intimidad perdida, y John Zerzan habla de la agricultura y los excedentes de producción como germen de los Estados y la violencia institucionalizada.

En los Moches, el “arte sagrado” introducido reiterativamente en la vida cotidiana de la gente, en forma de discurso del sacrificio humano, muy a la manera de las culturas tradicionales mesoamericanas, es una forma de difusión propagandística de una cultura de la colonización y el terror, férreamente sostenida por una gigantesca empresa militar.

Todo el poder que se mueve a base del terror y los ejércitos, da para que se instalen ciudades en el desierto con intrincados sistemas de riego; si la esclavitud hizo posibles las pirámides egipcias, la muralla china, la filosofía griega, la ingeniería romana, o los imperios pre y postcapitalistas, no veo cual es la dificultad en explicar la existencia de asentamientos humanos complejos, que de otra forma serían insostenibles.

En mi opinión, todo lo que se denomina arte sagrado antiguo, no es arte, es propaganda, si acaso, aunque ni eso, artesanía, que se deriva del gran poder de un mandatario teocrático, que inunda la totalidad de la existencia de sus súbditos. Visitaré la exposición de Sipán, no sólo para admirar las piezas, sino para comprender las grandezas de las que es capaz el hombre, así esté esclavizado.

Rodolfo López

1 comentario:

nelson dijo...

Acerca del texto al cual se hace referencia exinten varios caracteres de transversalidad cultulal los cuales convergen entre si, dimensionando diferencias en los estereotipos adquiridos culturalmente y los qrquetipos artisticos que en este se relacionan .

De igual manera la referencia categorica sobresaliente a la tematica alli dispuesta es bastante sobresaliente en su estructura lineal que converge en diferentes planos de lo artistico rayando con lo mitico y lo mistico en u planteamiento pluridimensional y basicamente cultural de lo propio en identidada y en elocuencia local.
En fin es de una basta riqueza por dimensionar y por conocer a la cual debemos acceder y reconocer como primordial y fundamental de gran imoirtancia...