sábado, 28 de julio de 2007

POR FIN UN CAMBIO DE PENSAMIENTO.

"El Freddy" Miguel Ángel Rojas


Nuestros países, los latinoamericanos han sufrido con el retraso de la información, de los adelantos tecnológicos, los cambios sociales y del pensamiento. Esa es la razón de que el arte conceptual, el de las ideas, que fue fundado por los dadaístas en 1914 y 1915, principalmente por Marcel Duchamp, se manifestara en Colombia alrededor de finales de la década de los 50's y de inicios de la de los 60's gracias a las investigaciones realizadas y aplicadas de artistas como Beatriz González Álvaro Barrios, Bernardo Salcedo e influencias extranjeras muy fuertes como la de la critica y laboriosa del arte Marta Traba que apoyó y sentó unas bases para el desarrollo del arte en Colombia.
Tal vez la primera artista que se cuenta dentro del arte conceptual colombiano es Beatriz González, artista que consolidó conceptos claros frente a la adaptación de objetos y temáticas ya desarrollados para la concepción de su obra, desde pensar en la problemática que se presenta al ver el arte universal en estas regiones del mundo y en láminas que son representación de la representación además de estar fuera de su contexto de origen , a este fenómeno se le suma la apropiación del arte pop que en la artista aparece como la investigación de "el gusto" del pueblo, asumiendo elementos populares e iconos de la historia del país, personajes religiosos y de la política para no solo burlarse de lo que somos sino para hacer un sondeo y una critica de lo que somos , y reflejar nuestra realidad.....

"Usted es la única gran pintora colombiana, que ha sido capaz de pintar colombiano" Luís Caballero
[1]

Respecto a esta premisa de Luís caballero, podemos afirmar que Beatriz González se preocupó por elaborar un lenguaje que le permitía recorrer a Colombia, sentir sus sabores y sus colores, reconocer a sus gente*, y sus costumbres, todo esto dentro de la apariencia de la pintura, sin embargo Beatriz también se preocupó por salirse de las apariencias, por insertar una lectura mas profunda que desgraciadamente no todos entendemos pero es el elemento mas interesante que podemos encontrar en una obra de la artista.
Mas adelante y con los mismos intereses, tal vez con un poco de mas sentimiento, de sentir la patria de verdad, ya sin expresar sarcásticamente su opinión, Beatriz realmente se interesó por la cuestión política haciendo una crítica filosa como se puede observar en "señor presidente, qué honor estar con usted en este momento histórico"(1986) después de los hechos sucedidos en el palacio de justicia en el año 85 donde muchos inocentes murieron, la artista elabora el mueble de Betancourt, todos sonrientes como si las cosas hubieran salido a la perfección, los tonos calidos que no nos hacen pensar en muerte ni tristeza, y en el centro y en primer plano, un arreglo floral que si se le mira con cuidado aparece un cuerpo calcinado. Después de este periodo de arduas críticas políticas, la artista entra en uno de lo periodos que mas impresión me ha causado que consiste en el estudio "del gesto" en las reacciones que existen frente a la muerte y la violencia de nuestro país. (Ver: colección de los dolores y las delicias)

Álvaro Barrios, nos enseña que el arte es un proceso que exige rigor, investigación, mucho trabajo y pasión.
Este artista llama mi atención con dos trabajos, que al parecer, son también dos trabajos que dentro de su obra personal han trascendido, uno es el de sueños con Duchamp, el cual consiste en investigar la obra de este gran artista conceptual, rescatar muchas de las filosofías con las que este trabajaba y adaptarlas a su propio trabajo como es el caso de el gran vidrio que sirvió a Barrios para exponer su trabajo y retomar el tema del espectro de la sombra (al proyectar la sombra producida por el vidrio en el que exponía) que es tomado del mito de la caverna de Platón donde se pone en tela de juicio lo que es la realidad que vemos y sentimos. Estas ideas pienso que se reflejaron en trabajos posteriores del artista como es el caso de los grabados populares donde se publicaron en el periódico dibujos hechos por el artista llegando hasta los 350.000 ejemplares, este trabajo cita muchos de los planteamientos de Duchamp, empezando por cual es la ubicación del arte, si es al lado de un burgués que es capaz de pagar por una obra de arte un valor considerable, o si es al lado del pueblo para despertar una conciencia y hacer pensar en una realidad por medio de una representación, también en estos grabados se juzga la reproducibilidad; la obra de arte no es solo un objeto incopiable.
Otra tarea que este artista realiza y que aprecio mucho es la de considerar la importancia de textualidad dentro de su obra de arte pues cree como Duchamp y otros que los textos carecen de imagen pero son riquísimas a la hora de hablar de ideas y conceptos, entonces encontramos que la palabra y el juego semántico de estas es muy importante en la obra de Barrios, puesto que es el sustrato con el que argumenta y refuerza su trabajo a todo momento.
El trabajo con este tipo de sustratos han dado como resultado un texto que habla de lo que se ha hecho en Colombia respecto al arte conceptual "ORÍGENES DEL ARTE CONCEPTUAL EN COLOMBIA" documento que sirve para comprender y rastrear el desarrollo del arte colombiano. Álvaro Barrios es un artista que ha pasado por diversidad de técnicas desde el collage la pintura y el dibujo hasta los ready -mades y los textos compuestos de signos.
De esta misma generación de artistas que tenían esta inclinación por las ideas y el arte conceptual, que de alguna manera Marta Traba había avalado e impuesto dentro del país, resalta Bernardo Salcedo que si bien no era maestro de artes plásticas (estudio arquitectura) tuvo la buena suerte de encontrarse en su camino a Marta Traba con la cual sostuvo una excelente amistad y una mucho mejor relación laboral pues cualquier cosa que bernardo realizara fascinaba a Traba de inmediato. Aquí un ejemplo de artista, que sin serlo verdaderamente, llevo una vida y una producción artística que cualquier artista desearía llevar, es así como el llamado del arte convierte en artistas más que la academia.

El arte conceptual en todo el mundo casi concluye con el objeto dentro de la obra de arte, pues se considera mucho más importante la idea que el sustento físico que se le pueda dar. Muchos artistas de la décadas del 60 y 70 protestaron respecto a este hecho, al argumentar que el arte se había convertido en un mediocre acto técnico, es decir sin técnica donde todo puede ser considerado arte. Así es como nacen los artistas hiperrealistas y fotorealistas que se desfogaban técnicamente; Bernardo Salcedo no es un artista fotorealistas, pero su trabajo tiene una factura sorprendente, donde el trabajo intelectual de la idea no es desamparado con el objeto que la sustenta, sino todo lo contrario, refuerza su complejidad desmintiendo la idea de: "cualquier cosa puede ser arte".

Las posibilidades de la comunicación como ya he mencionado eran realmente complicadas, por tal, muchas de las personas dedicadas a la creación artística tomaban recursos del cine, un medio que después de todo llego aquí; En la obra de Bernardo Salcedo de acuerdo a la forma en la que los objetos están presentados y la composición realizada, es muy fácil compararla con el montaje cinematográfico, pues la imagen esta descompuesta en tomas y planos que después se yuxtaponen para darle continuidad y algún tipo de valor agregado (ritmo y velocidad) a la narración
[2], de la misma manera es posible encontrar alteraciones del tiempo como la prolepsis y la analepsis. Igualmente y como de seguro se ha hablado en diferentes momentos la obra de Salcedo niega muchos aspectos personales y sicológicos, al estudiar su obra y la de cualquiera es imposible negar rasgos de personalidad dentro de esta, siempre se ha dicho que salcedo no solo por su amor al cine sino por las cintas de la nueva ola francesa se siente plenamente identificado y se encuentran metáforas e influencias de FRANCOIS TRUFFAUT, quien describe poéticamente su vida sin importar la dureza de los recuerdos en películas como LOS 400 GOLPES.

Salcedo realmente es sobrio, pienso que es de los artistas que se deben estudiar a fondo, pues carecen de toda superficialidad, no se puede pasar por alto ningún elemento, nada tiene que ver con la ingenuidad.

Un artista que coincide de alguna manera con Salcedo es Miguel Ángel Rojas, no solo por haber estudiado también arquitectura en algún momento de su vida, sino por la complejidad conceptual y técnica.

Miguel Ángel Rojas aparece aproximadamente 10 años después de todos los artistas anteriormente mencionados, inicialmente fue reconocido por su extraordinaria técnica que imposibilita distinguir entre una fotografía y un agua fuerte, sin embargo estos trabajos que pueden considerarse como meramente técnicos ya tenían una carga adicional que nos hacía prensar en las inclinaciones temáticas y conceptúales del artista, como lo puede ser su la temática gay y el erotismo siempre presente en su obra.

Seguidamente, Rojas empezó a experimentar con la fotografía, retratando lugares sórdidos de nuestra ciudad, como los cinemas de programación continúa, que en aquella época eran reconocidos por la gran cantidad de encuentros homosexuales. Rojas hizo una perfecta descripción de este ambiente, sacó a relucir lo privado y lo reprimido de una relación sexual gay a lo público. Seguramente este fue el elemento que le dio impulso a Rojas.
Rojas no solo experimentó con la fotografía hasta hacerse uno de los mejores fotógrafos latinoamericanos, sino que también ha incurrido en técnicas como la pintura la instalación con excelentes resultados, que se pueden medir, por ejemplo, en su exposición "granito" donde el artista hizo un piso de "tierrita" de una forma tan perfecta que engaño a todo el mundo. Otra instalación importante es Atenas c.c donde el artista experimentó con sustancias orgánicas (semen) ocasionando una fuerte reacción en el público. Seguidamente y según la tendencia del neoexpresionismo, Rojas, nuevamente experimenta y alcanza grados de alta calidad en la pintura al óleo y la fotografía intervenida con óleos, acrílicos y como el mismo diría al revelado parcial
[3] en este periodo, y como muchos de nuestros artistas, el se ha preguntado por la vida antes de la colonización, de lo que somos, de lo que nuestros antepasados terrenales nos heredaron, tal vez cuestionándose acerca de las causas de la actual violencia que surca nuestro país el narcotráfico y la guerrilla.

Definitivamente Rojas se merece un buen espacio dentro de la historia del arte Colombiano, no solo por haber dejado tantas veces en alto el nombre del arte colombiano, sino por ser ejemplo a todas las generaciones que podemos aprender de el, pues es una persona que ha renovado su creación siempre, ha tomado al arte como una forma de vida, pensando y repensándose ha logrado progresar como ningún otro artista colombiano.

Alejandro Suárez


1 Luís caballero hablando acerca de Beatriz Gonzáles. TRABA. Marta, Los Muebles De Beatriz González, MamBo 1977

[2] EISESTEIM S M (1989) Teoría v técnica cinematográficas Madrid Rialp

[3] RUEDA Santiago. Hiper /ultra/neo/post: 30 años de arte en Colombia. Instituto distrital de cultura y turismo Bogotá 2005

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Como nos lo hizo saber Álvaro Barrios en su entrevista a sí mismo, parte de los aciertos del arte están en hechos accidentales, que son colonizados por el artista; eso nos deja entrever, que la inocencia en medio de la acción, a lo mejor con alguna intención, por momentos cambia de esfera y ese cambio es el inicio de nuevos enfoques y por lo tanto de nuevas intenciones; a lo mejor, algo triunfa a pesar suyo y esa fortuna impredecible se capitaliza: así es el arte.

A través de mi práctica personal y de lo que he podido presenciar en otros artistas o creadores de obra, es que el accidente es mayoría, se llega a algo a través de la acción, eso sí, siempre, motivada por la experiencia, pues el buen arte aborrece las construcciones artificiosas de sentido.

Alguien engañosamente calculador como Salcedo, no está exento del accidente, del acierto fortuito; lo mismo sucede con una pretenciosa Beatriz González, un autoindulgente Álvaro Barrios, o un inocente Miguel Ángel Rojas; el azar no distingue personalidades ni ánimos, sólo que entre más se trabaja, habrá más accidentes y posiblemente más de esos llamados aciertos. A veces se me antoja, que al arte le hace falta agradecerle mucho más al accidente; como en la vida, el azar tiene su lugar, el cual no tiene porqué ser indigno si está acompañado de la acción, y aun más si es comprometida y constante.

El arte no es lo mismo que pegar tuercas, el arte desconoce el contrato de ejecución y la cadena de montaje, por eso su acción no es rectilínea y predecible, por más de que pretendamos construir todo un templo conceptual en torno suyo y hacerlo eficaz ideológica, estética o comercialmente.